Me llamo José Manuel Manteca Merino, y soy la mente que dio fruto a este blog de nombre Melodía de traducción. Cuando me preguntan de dónde soy, suelo decir que soy un «cántabro amadrileñizado», pues nací en Santander y vivo en Madrid (aunque la tierruca tira mucho). Acabo de superar la treintena de años y sigo al pie del cañón trabajando como autónomo, sin parar desde 2011 (¡cómo pasa el tiempo!).
A pesar de no estar completamente seguro de mi futuro, me decanté por estudiar Traducción e interpretación en la Universidad Autónoma de Madrid porque entre mis aficiones siempre han estado la lectura, la escritura y el aprendizaje de idiomas. A día de hoy, puedo decir que estoy muy contento de haber tomado esa decisión, pues puso ante mí un abanico de opciones profesionales que jamás había contemplado.
Aparte de estas aficiones, siempre he tenido curiosidad por la informática y por ir ampliando mis conocimientos al respecto poco a poco. Por esa razón, cursar el Experto en Tradumática, Localización y Traducción Audiovisual en la Universidad Alfonso X El Sabio me vino que ni pintado, ya que era la excusa perfecta para mi combinar mis dos pasiones: la informática y la traducción. Fruto de la curiosidad que mencionaba antes, no me limitaba a asistir a clase, sino que, al volver cada día a casa, buscaba versiones de prueba de los programas informáticas que veíamos en el experto, las descargaba e instalaba y me ponía a usar esos programas con archivos de prueba para aprender a conocerlos y dominarlos.
Y así fue como, poco a poco, me fui dando cuenta de la importancia que la informática tiene en mi trabajo como traductor. Desde entonces, todos los días trato de que el ordenador no se quede como un enemigo o un desconocido, sino que intento conocer todo su potencial y descubrir nuevas formas de mejorar mi trabajo y, de paso, de hacerlo más productivo. Gracias a esta manía, fui descubriendo la localización de páginas web, las herramientas de traducción asistida por ordenador (o herramientas TAO) y todas esos programas informáticas (tanto gratuitos como de pago) que te dejan asombrado.
Como decía antes, tras el paso por varias agencias de traducción, desde 2011 soy traductor autónomo, y el hecho de trabajar casi todos los días con herramientas TAO, sumado a que siempre me ha gustado «trastear» con ellas, me ha permitido ir aprendiendo cada día un poco más y dedicarme a otros quehaceres que no son la traducción propiamente dicha. Así pues, mi perfil profesional ha evolucionado a lo largo de los años, hasta el punto de que la mayor parte de mi trabajo diario en la actualidad consiste en ayudar a clientes con las herramientas TAO, a asesorarlos y resolver todas sus dudas en la medida de lo posible, gestionar memorias de traducción y bases terminológicas, crear filtros personalizados de archivo y otras muchas tareas.
Sin embargo, como querréis saber algo de mí que no tenga que ver con el trabajo, os diré que disfruto escribiendo y leyendo de todo un poco en los ratos libres. También estoy aprendiendo chino en una academia en el centro de Madrid por puro placer. En mis vacaciones me gusta desconectar de todo y adentrarme en la naturaleza, andar kilómetros y kilómetros sin tener en cuenta el paso del tiempo y lejos del mundanal ruido.
Además, en mi interior se encuentra el gen Manteca, que ha ido transmitiendo de generación en generación la habilidad para reír con cualquier cosa e inventar (sí, he dicho «inventar») chistes en casi cualquier situación, aunque mucha gente no diría que chistes buenos. Así surgió Humor Manteca, una página de Facebook donde algunos miembros de la familia damos rienda suelta a nuestra creatividad en materia de chistes malos.
Si has llegado hasta aquí e incluso con esas te sabe a poco, también puedes consultar mi sitio web profesional, mi cuenta de Twitter, mi perfil de LinkedIn o enviarme un mensaje de correo electrónico a jose.manuel.manteca@gmail.com.