Retomo el blog después de una larga ausencia por diversas razones. Sin más dilación, os dejo con mi entrada ;-):
Como algunos que me conocen ya sabéis, a pesar de llevar un tiempo traduciendo encargos de manera aislada, solamente me he decidido a dar el paso de darme de alta como traductor autónomo hace apenas unos meses. Dado este cambio en mi vida, decidí que, si quería dedicarme a la traducción, más me valía encontrar clientes, aunque fuera buscándolos debajo de las piedras. Mientras me documentaba y buscaba consejo de algunos colegas y amigos, me encontré con dos entradas en sendos blogs, X e Y, en los que se describían formas de obtener experiencia como traductor, aunque no fuera de manera profesional, así que los leí e investigué un poco más por mi cuenta en aquellas opciones que más me llamaron la atención o que vi más interesantes en relación con mis preferencias, que se encuentran en la localización de software.
De esta manera, llegué a una web donde desarrolladores de aplicaciones de software libre de toda clase y para todos los usos dejan los archivos de texto que conforman la aplicación al alcance de traductores voluntarios de multitud de idiomas que deseen localizarlo por iniciativa propia y de manera gratuita, de acuerdo con los principios del software libre. Este proyecto que sirve de enlace a los traductores y desarrolladores se llama Transifex y, si os atrae tanto como a mí la idea del software libre, recomiendo que le echéis un vistazo.
TRANSIFEX
En Transifex, los desarrolladores se dan de alta en la página y crean un proyecto para localizar ese software. Tienen las opciones de que cualquiera se encargue de la traducción, o bien de que haya un equipo de traducción por idioma. El segundo paso consiste en cargar los archivos con las cadenas de texto para que los posibles traductores puedan echarles un vistazo y se decidan a localizarlos. De esta manera, el traductor puede solicitar crear un equipo de traducción para el idioma que sea y, a continuación, el desarrollador decide si le interesa localizar el software a ese idioma y, en caso afirmativo, acepta la creación de un equipo de traducción para ese idioma.
A partir de ahí, el traductor puede elegir entre trabajar con los archivos en el propio navegador web o, por el contrario, descargarse los documentos para traducirlos de manera local con el programa que prefiera. En mi caso, me decanté por la segunda alternativa, dado que no me convencía el aspecto de la ventana de traducción en el navegador. Cómo es lógico, me hacía falta un programa que me sirviera para traducir el archivo (en mi caso, archivos .po) que me había descargado de manera cómoda. Al tratarse de un archivo con apenas unas decenas de cadenas de texto, no me hacía falta una herramienta de traducción asistida como la conocemos normalmente, con sus memorias de traducción y glosarios, sino más bien un programa que me mostrara información sobre las cadenas, que me permitiera introducir comentarios si así lo estimaba oportuno y, por supuesto, que me permitiera traducir de la manera más cómoda, sencilla y fácil posible. Cuando tenía XP instalado, trasteé con Virtaal, pero nunca he conseguido que funcione en Windows 7, por lo que quedaba descartado automáticamente.
Así que me puse a pensar y me acordé de QT Linguist, un programa que tenía instalado en mi partición dedicada a la distribución de Linux Ubuntu que era justo lo que estaba buscando. Investigando en la red, di con una versión de este programa para Windows. Antes de ni siquiera instalarla, me llamó la atención que el archivo ejecutable apenas ocupa 3 MB, mientras que en Ubuntu se descargan unos 100 MB, debido a que se necesitan el resto de componentes de QT. A continuación añado una captura de pantalla de la ventana principal de este programa.
INTRODUCCIÓN A QT LINGUIST
La interfaz de QT Linguist se divide en varias secciones (views en inglés) y barras de herramientas (formadas por los botones situados debajo de los menús, que cumplen las funciones habituales de estos programas). En la esquina inferior derecha se indica el número de segmentos traducidos y el número de segmentos de que consta el archivo, respectivamente. Si queremos saber el número de palabras que contiene el archivo, tenemos que ir al menú View > Statistics (Ver > Estadísticas), donde se nos mostrará el número de palabras, caracteres y caracteres con espacios tanto del original como de la traducción.
Para empezar con las diferentes vistas o secciones, encontramos una columna llamada Context (Contexto) en la que se muestra en qué parte del programa aparece cada segmento (por ejemplo, en el menú Acerca de, en la vista de reproducción, etc.), así como el número de segmentos de los que se compone cada sección. A su derecha vemos la columna Strings (Cadenas de texto), donde se incluyen los segmentos de origen que hay que traducir. Más a su derecha figura otra columna, llamada Sources and forms (Fuentes y formas), donde aparecen otros archivos vinculados a cada segmento en concreto.
Debajo de estas columnas se encuentra la sección de traducción propiamente dicha. En el primer cuadro de texto vemos el texto de origen y, debajo de él, el cuadro dedicado a la traducción. Hay un tercer cuadro de texto que emplearemos cuando queramos insertar comentarios, dudas o sugerencias relativas al segmento en que nos encontremos. Esta posibilidad que nos ofrece QT Linguist, aunque pueda parecer una minucia, es, en mi opinión, extremadamente útil tanto para el traductor como para los revisores o jefes de proyectos, ya que permite una comunicación más fluida entre ambas partes y justificar nuestra traducción en aquellos segmentos dudosos o ambiguos.
En el borde inferior de la ventana principal encontramos dos secciones. Una de ellas, llamada Phrases and guesses (Frases y sugerencias) nos muestra sugerencias de traducción. Si la cadena de texto en la que nos encontremos es igual o similar a otra que forme parte de los diccionarios (phrase books) que hayamos añadido a este proyecto, su traducción aparecerá en esta sección. Podemos crear nuestros diccionarios según nuestras preferencias, lo que resulta interesante para agilizar nuestra tarea, ya que podemos incluir en ellos algunas cadenas de texto que podemos ver en la práctica totalidad de las aplicaciones, sean del tipo que sean, como Abrir, Nuevo, Guardar, Copiar, etc. En el manual de QT Linguist al que hago referencia más adelante figura un tutorial para la creación de estos diccionarios.
A su izquierda encontramos una sección de avisos que aparecen en caso de que haya algún problema con la traducción, otra función de gran interés y utilidad para el traductor, especialmente cuando hemos revisado la traducción y se nos ha podido escapar algún error. Por ejemplo, en la siguiente captura de pantalla he forzado un error para que me muestre un aviso. En este caso, el programa indica tanto en esta sección como en la barra de estado (esquina inferior izquierda) que en la traducción se ha omitido una variable (grosso modo, un código que hace referencia a elementos del programa que pueden variar durante la ejecución del programa, tales como la versión, el número de elementos seleccionados, etc.) que aparece en la versión original. Quedan claras, pues, la utilidad y la importancia de que un programa de traducción asistida por ordenador cuenta con esta función. Podéis encontrar más ejemplos de variables en la cuarta entrega del excelente curso de introducción a la localización de La paradoja de Chomsky que menciono al final de esta entrada.
También puede darse el caso de que el programa nos indique un error que, tras comprobarlo, no sea tal. Así ocurre en esta captura de pantalla, donde QT Linguist me indica que la puntuación del texto original es distinta que la de la traducción. En este caso, podemos ignorar el error validando el segmento mediante la combinación de teclas Ctrl + Retroceso.
Para terminar, añadiré que la ventana de QT Linguist es totalmente personalizable, puesto que podemos añadir o quitar los botones o secciones que queramos. Para ello, basta con ir a View > Toolbars / Views y podremos hacer cambios en las barras de herramientas y secciones, respectivamente.
Como tampoco pretendo convertir esta entrada en una parrafada (me conozco :-P) y todavía me quedan unos cuantos párrafos para terminarla (os lo dije :D), no voy a adentrarme en el resto de funciones de esta programa, ya que, en su mayoría, son las mismas que cualquier otro programa de traducción asistida por ordenador. Además, al final de esta entrada incluyo un enlace a un manual muy completo en inglés sobre QT Linguist orientado a traductores. También podéis hacer como yo y probar a traducir proyectos de Transifex con este programa e ir descubriendo sus posibilidades.
RESULTADO DE MI TRADUCCIÓN CON TRANSIFEX
En el comienzo de esta entrada comentaba que había descubierto QT Linguist después de haberme adentrado en el proyecto de localización de software libre Transifex. Cuando descubrí que existía un proyecto de localización de Minitunes, me animé a traducirlo al español. Para los que no lo conozcan, Minitunes es un reproductor de música para Linux que utilizaba mucho cuando mi ordenador de sobremesa todavía aguantaba tener dos sistemas operativos juntos. Me hacía mucha ilusión probar y traduje el archivo con los segmentos de este programa (que es el que he utilizado para las capturas de pantalla de esta entrada).
Entregué el archivo en su día y me olvidé del tema, hasta que un día, hace unos meses, vi una noticia en un blog sobre Ubuntu al que estoy suscrito sobre el lanzamiento de una nueva versión de Minitunes. Abrí el enlace a su página web y me encontré con que esta versión incluía las traducciones realizadas en Transifex. Tenía que instalarme Ubuntu (en este caso, mediante Wubi) y hacer algunas de capturas de pantalla :).
Aquí tenéis la prueba de que, a veces, no es necesario pasar días y días traduciendo, ni hace falta que nos dejemos un riñon en programas sofisticados, para que nuestro trabajo se vea en la red, para envidia de amigos y familiares no traductores :-P.
Y DE POSTRE…
Os dejo con los enlaces prometidos relacionados con QT Linguist, la localización y formas de ganar experiencia en traducción.
- Manual de QT Linguist: http://doc.qt.io/qt-4.8/linguist-translators.html
- Cómo ganar experiencia como traductores (blog de Elizabeth Sánchez): http://eltallerdeltraductor.com/como-conseguir-experiencia-como-traductores/
- En la paradoja de Chomsky, blog de Oliver Carreira, recomiendo las entradas que forman parte de su curso Localización 101 o introducción a la localización: http://olivercarreira.es/blog/2010/10/05/localizacion-101-i-introduccion-a-la-localizacion-y-localizacion-de-imagenes/
Roser dice
Yo me estuve metiendo en Transifex, pero no entendía si había paga para los traductores o no
José Manuel dice
Hola, Roser:
Pues depende de si estás trabajando en un proyecto de software libre, que normalmente es colaborativo, o en un proyecto de un software privativo, en cuyo caso te debería pagar la empresa que lo desarrolle (y no Transifex), como indican en este enlace:
https://help.transifex.com/en/articles/6212128-do-translators-get-paid-by-transifex
Espero que te sirva de ayuda. 🙂